Sumario Semana del 22 al 28 de Abril de 2024. Edición 17.

Social - Familia - Género

Fuente: UCACYL-BU / Diario de Burgos 30 de Diciembre de 2014

Las empresas creadas por mujeres aumentan otro 24% hasta las 153 en Burgos.

Tienen entre 25 y 54 años, cuentan con estudios universitarios y llevan en paro menos de un año. El perfil de las emprendedoras que decide crear su propia empresa como salida laboral se repite, aunque con la salvedad de que cada vez son más las que no esperan a agotar las prestaciones por desempleo para montar un negocio, tal y como ocurría en años anteriores. Ahora, deciden en su mayoría capitalizar el paro e iniciar una aventura empresarial que en buena parte de los casos está vinculada a la actividad para la que se han formado u otras como el comercio.

No se trata de casos aislados sino más bien todo lo contrario. El Programa de Apoyo Empresarial a la Mujer (PAEM) atiende cada año a un mayor número de emprendedoras. Crece el número de usuarias que solicitan información, un 19% respecto a 2013, pero también el volumen de proyectos que se culmina de manera satisfactoria, un 24%. Así, el servicio de la Cámara de Comercio e Industria cierra 2014, a tan solo unos días de que llegue a su fin, habiendo atendido a 293 usuarias, frente a las 246 del pasado ejercicio, de las cuales 153 ha puesto en marcha una empresa, 29 más de que hace un año.

Todas ellas suelen acudir con las ideas claras, según precisa la técnico Susana Pinedo. Es decir, sabiendo lo que quieren montar, el lugar donde van a desarrollarlo o la inversión que requieren para ello. Sus principales dudas tienen que ver con las forma jurídica que dar al negocio (sociedad limitada, empresaria individual...), las obligaciones fiscales que existen al respecto y la pregunta del «millón», si pueden beneficiarse de alguna subvención pública.

Las ayudas ya no son lo que eran y por ello Pinedo subraya que la decisión de iniciar una actividad empresarial no puede depender de ese tipo de apoyos, que a veces se consiguen pero otras muchas no. Hoy en día tan solo existe una línea de la Junta de Castilla y León, para la que se necesita realizar una inversión mínima de 5.000 euros a la que a veces no se llega.

Porque si en algo destacan los datos de este año es que el 40% de las empresas creadas está vinculada a actividades profesionales que se desarrollan en el propio domicilio o bien se trasladan al de los clientes, con lo que el desembolso es mínimo. En este perfil destacan arquitectas, ingenieras, profesoras, fisioterapeutas, masajistas y psicólogas. Precisamente, el servicio de la Cámara ha notado este año un repunte en las altas de estas últimas a raíz de los cambios que se han producido en la regulación de su actividad laboral.

El segundo sector más elegido a la hora de montar un negocio es el comercio minorista, un 27% del total, al que sigue la hostelería y el turismo (13%), los servicios personales (9%) y los servicios a empresas (7%). En los últimos lugares se sitúa el comercio al por mayor y la actividad vinculada a la industria, con tan solo dos y cuatro empresas creadas, respectivamente.

A la hora de elegir la fórmula jurídica, el 84% se decanta por la empresa individual, lo que supone la creación de su propio puesto de trabajo, bien encuadrándose en el régimen especial de autónomos o en la mutualidad correspondiente en el caso de algún colectivo profesional específico. La elección de estas dos opciones se sustenta no solo en la sencillez de la tramitación, sino también en el hecho de que la nueva ley de emprendedores posibilita beneficiarse de las bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social.

Lo mismo ocurre cuando las emprendedoras optan por constituir una sociedad civil. Se trata de una fórmula que, aunque poco representativa respecto a la cifra global, va creciendo, ya este año se han contabilizado 20 frente a las 15 del pasado. Finalmente, tres crearon una sociedad limitada y otra una sociedad laboral.

Es, precisamente, la fórmula jurídica elegida la que determina en buena parte el tiempo que se tarda en abrir un negocio desde que se inician los trámites, a lo que se suman las licencias que sean necesarias para cada actividad. No obstante, desde la Cámara precisan que aquellas emprendedoras que quieran capitalizar el paro necesitan haber solventado esta cuestión antes de poder darse de alta en la Seguridad Social, lo que puede retrasar el inicio de la actividad.

En el balance de 2014, el servicio de la Cámara también ha notado un incremento de los traspasos, tal y como revelaron los datos de la Concejalía de Licencias dados a conocer hace unas semanas. En este sentido, Pinedo reconoce que de esta forma se facilita la inversión a realizar, ya que hay casos en que la emprendedora retoma la actividad que iba a cerrarse tan solo aportando la cuantía que corresponde al género existente y asumiendo los gastos de alquiler.